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La poesía, en pie de guerra contra las goteras en Guitiriz

Xermolos empieza a gestionar ayudas para reparar la casa natal de Díaz Castro

 
Casa natal de Díaz Castro, de bajo y una planta, en el barrio de Vilariño, en Os Vilares. SUSO PENA
 
 

«Aran os bois e chove», dice uno de los conocidos versos de Penélope, uno de los más famosos poemas de Xosé María Díaz Castro (1914-1990). En este 2014 se ha cumplido el centenario del nacimiento de poeta, al que además se le ha dedicado el Día das Letras Galegas; y en Os Vilares, parroquia de Guitiriz donde nació, aran hoy menos bueyes que cuando el autor de Nimbos ensayaba sus primeros versos siendo alumno del Seminario de Mondoñedo. En cambio, aún sigue lloviendo.

El problema de las lluvias en Os Vilares es que pueden dañar del todo una casa que este año ha aparecido alguna vez en el primer plano de la actualidad. El edificio donde nació Díaz Castro lleva décadas deshabitado, y las goteras se han adueñado del tejado hasta comprometer la conservación si no se actúa a tiempo.

Por disposición testamentaria de Serafín Díaz Castro último de los hermanos de la familia que quedaba y que murió hace años, la casa pertenece a la Asociación Cultural Xermolos, referencia imprescindible, entre otros asuntos, para entender la proliferación de actos dedicados este año a Díaz Castro en toda Galicia, más allá de los que le habrían correspondido por el centenario del nacimiento o como protagonista del Día das Letras Galegas.

La asociación, que además guarda un amplio fondo bibliográfico y documental del autor de Nimbos en la Casa das Palabras de Guitiriz, pretende, ya desde hace años, convertir esa casa de Os Vilares en sede de alguna actividad que divulgue la obra de Díaz Castro en particular y la comarca en general. El creciente deterioro no permite lentitud, y los planes anunciados por Xermolos hace semanas ya están en marcha.

Lo prioritario es atajar las goteras, explica Alfonso Blanco, coordinador de Xermolos. Por un lado, ya se ha contactado con un arquitecto para evaluar el posible coste de medidas urgentes; por otro, los contactos con instituciones han empezado. En días pasados, en un acto relacionado precisamente con Díaz Castro, conversó por este asunto con el director xeral de Política Lingüística; el siguiente paso será contactar con la Diputación.

Blanco dice que observa en las instituciones predisposición a colaborar y reconocimiento de la necesidad de la obra, aunque los tiempos se caracterizan por estreches económicas y parece darse por seguro que la inversión deberá afrontarse con aportación de varias administraciones. Cualquier actuación parece ya destinada a esperar al 2015, si bien el coordinador de Xermolos ve ahora el arreglo más probable que hace unas semanas.